Una ráfaga de balas seductoras no lograban vulnerar una coraza idiota 
Y con mi seguridad ya en la miseria, 
Fuimos por un café, juntos, los 3: Vos, yo y tu histeria
Sin mucho más que hablar, nos despedimos
Comprobé que ya era inútil extender ese partido
Colgué los timbo y bajé la persianasin embargo, tu auto estima cascoteó mi ventanta.