De nada sirve el porque, de nada sirve el valor. De nada sirve volver, de nada sirve el adiós.
Yo me pregunté hasta cuando te querré como hasta hoy, vos me enseñaste llorando que de nada sirve el adiós.
Podré caerme a pedazos, pero acá siempre estás vos.
Me gusta lo que no tengo, y quiero lo que no doy. No me comprendo a mí misma. No se entregarte la vida, tampoco vivir sin vos, yo se que de nada sirve mi amor. Podré caerme a pedazos, pero acá siempre estás vos.
Mi jardín ya no te espera porque ya corté la flor, y todo lo que me queda es cantarte con el alma si te regalé la voz.